Fecha: Sábado 16 de noviembre, 19:30h

Lugar: Sala de exposiciones del MUDEM (entrada libre hasta completar aforo)

En esta charla – concierto nos acercaremos al clavicordio desde una perspectiva sonora, escuchando obras de diferentes estilos, pero también desde el punto de vista de la experiencia de Bernardo Amor como constructor de instrumentos.

Se pretende impulsar el conocimiento de este instrumento de sonido delicado, pero de grandes cualidades expresivas, así como mostrar el trabajo que realiza el constructor en la actualidad.

El clavicordio es un instrumento cordófono de teclado con tabla armónica, según la clasificación organológica realizada por Hornbostel y Sachs. Sus cuerdas son percutidas mediante tangentes que delimitan su sección vibratoria. Esta característica lo convierte en un instrumento único, con un sonido íntimo que permite al intérprete un control dinámico total, difícil de conseguir en otros instrumentos de teclado. Pero lo que hace del clavicordio un instrumento tan especial y expresivo es, sin lugar a dudas, su capacidad para hacer vibrato (bebung), variando la presión que el dedo ejerce sobre la tecla. Es por esto que ha sido un instrumento ampliamente valorado por compositores e intérpretes a lo largo de la historia. C. P. Emanuel. Bach, conocido como el “Bach de Londres”, dedicó gran parte de sus composiciones a este instrumento. Mozart siempre llevaba un clavicordio en sus viajes y se sabe que Beethoven lo tocaba y apreciaba sus cualidades sonoras y expresivas. Su evolución más reciente queda plasmada en el clavinet, que aplica al clavicordio los principios acústicos de la guitarra eléctrica y que ha sido muy utilizado en la música Funky por figuras tan representativas como Stevie Wonder.

Pero para que exista el clavicordio tiene que haber un luthier que lo construya. La luthería representa la búsqueda de un sonido único mediante el empleo de materiales y procedimientos que, debidamente modelados, darán como resultado un instrumento musicalmente perceptible. Cada elemento, cada detalle, por insignificante que parezca, tiene una repercusión audible en forma de sonido y ha de ser tenido en consideración. Y más aún en el proceso de construcción de un clavicordio, donde la energía vibratoria de las cuerdas tiene la casi irremediable tendencia a disiparse en forma de calor en apenas unos segundos.

El instrumento que escucharemos en esta ocasión, es una copia de un Silbermann de 1775 que se encuentra en el Museo de la Música de Berlín. Este modelo en particular era el que tocaba habitualmente C. P. Emanuel. Bach y al cual dedicó gran parte de su obra.

BERNARDO AMOR SÁNCHEZ

Fue su abuelo Francisco Sánchez Mateos quien transmitió a Bernardo Amor el gusto por la música y le brindó las primeras lecciones de piano.

Tras estudiar en la Escuela Municipal de Bullas y en el Conservatorio Profesional de Murcia, obtuvo el título superior de piano en el Conservatorio Superior de Murcia “Manuel Massotti Littel“ (CSMM) y el título de Máster en Investigación Musical por la Universidad Internacional de Valencia. Se formó como pianista gracias a profesores como Luis Cantó, Javier Álvarez, Ramón Muñoz, Miguel Luis Losada y Pilar Valero. Fue Alberto Muñoz de Sus, profesor de Historia de la Música en el CSMM, quien dió a conocer a Amor por primera vez el clavicordio, un instrumento de sonoridad íntima, pero con una capacidad expresiva que le cautivó de inmediato. Desde aquel momento Bernardo sintió la necesidad de comenzar a construir sus propios instrumentos.

Fruto de su interés innato por conocer en profundidad el funcionamiento mecánico y acústico de su instrumento, ha realizado dos cursos intensivos de afinación, regulación y entonación del piano de cola impartidos por Giovanni Bettin, autor de los manuales de la Seinway & Sons, y por Vicente Muñoz Sanjosé, catedrático de Física de la Universidad de Valencia. Gracias a ellos, Bernardo Amor ha aprendido que el sonido se puede modelar como si de una escultura intangible se tratara, a través de infinidad de pequeños ajustes microscópicos que, pese a su aparente invisibilidad, tienen una fuerte repercusión a gran escala en el plano sonoro.

El mundo de la luthería es algo que fascina a Amor y en particular la construcción de instrumentos de tecla. Según nos indica Bernardo, “la construcción “representa la búsqueda de un sonido único, un viaje catalizado por el conocimiento de técnicas y materiales que, debidamente modelados, son capaces de traer al presente sonoridades antiguas, permitiendo también la expresión de nuevas concepciones sonoras adaptadas a los tiempos modernos”.

Entre los instrumentos que ha construido se encuentra también un virginal anónimo del S. XVII que utiliza en sus clases. Junto con el clavicordio, lo utiliza para explicar a los alumnos la evolución histórica del piano moderno en el Conservatorio Profesional de Música de Molina de Segura, donde ejerce como profesor de piano desde 2010, para ayudar a que los alumnos y alumnas comprendan las obras que estudian a través de los instrumentos en los que fueron concebidas. En 2021 publicó, con Ediciones Sib, una serie de composiciones originales para piano a varias manos que le sirven de herramienta de aprendizaje en sus clases colectivas de piano.

Gracias al apoyo incondicional de su esposa Bárbara, Bernardo pudo destinar finalmente un espacio para poder montar su propio taller. Desde 2023, después de haber construido varios instrumentos de teclado, entró a colaborar en su taller Francisco Tobarra Díaz, un ebanista con amplia experiencia dentro y fuera de España. Fruto de esta colaboración y de la inestimable ayuda por parte de Bernardo Amor Collados, ha podido dirigir la construcción de un nuevo clavicordio, modelo Silbermann de 1775, como el que presentamos en esta charla – concierto.